El proyecto apunta a una nueva manera de asistir a la alfabetización braille, donde se enfoca al usuario en una dimensión humana integrada a la sociedad, de quien se espera que construya capacidades que lo haran libre.
Esta perspectiva del objeto de diseño aporta un valor añadido al del desarrollo de una simple máquina para que los no videntes puedan comunicarse. En realidad se intenta aportar un elemento que debe ayudar al usuario a establecer vinculos con la sociedad para que ésta le demande sus capacidades (que por cierto son enormes y poco aprovechadas) y asi entablar una relación de provisión mutua. Esta visión permite dejar de lado la intención caritativa de un proyecto, y desplaza el concepto de discapacidad.
La dinámica impuesta hoy día exige dispositivos de comunicación cada vez mas portables. Pero al ser portable, el objeto comienza a pertenecer al espacio simbólico de quien lo porta, razón por la cual se hace imperativo atender los recursos estéticos del producto.